Todo depende de qué parte se cuente de la historia.

 

 

Generalmente, cuando nos mencionan la palabra “CUIDAR” se nos vienen a la mente acciones que debemos realizar en beneficio de los más débiles, de quien tiene menores ingresos, de los niños… desconociendo que el cuidado es de todos.
Proteger a los jefes también es cuidarte a ti mismo.

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¿Qué es Cultura del Cuidado?

 

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Cuando el ser humano se siente bien tratado, por lo general saca lo mejor de él.

Propicia con tu comportamiento acciones de cuidado recíprocas entre todos los miembros de tu empresa, desde los porteros hasta los integrantes de la junta directiva; y en equipo, disfruten los beneficios de una Cultura del Cuidado, diseñada y pensada para todos.

 

 

Hablar siempre con la verdad.

Abstenerse de incurrir en verdades a medias.

Ser oportunos al entregar información.

Informar esos pequeños detalles que marcan la diferencia.

Estas acciones, hacen parte de las múltiples estrategias que puedes implementar para cuidar a tus jefes, preservar la estabilidad de tu empresa, aportarle a la meta de cero accidentes que tienes con tus compañeros y, de paso, proteger tu futuro laboral y la estabilidad económica de tu familia.

A través del siguiente ejemplo, recordemos la importancia de ser claros en nuestras comunicaciones:

Tres versiones de lo sucedido con el lobo y caperucita

El trabajador 1 dijo:

El leñador con sangre fría, le disparó tres veces al lobo, 1, 2 y 3… y soltó una gran sonrisa al verlo caer.

Aquí hay una verdad a medias: al trabajador le faltó contar que la sonrisa del leñador no se debía a que sintiera satisfacción por quitarle la vida a lobo, sino porque éste ya tenía puestos sus colmillos sobre el cuello de caperucita.

El trabajador 2 dijo:

Caperucita, pecó por inocente al confundir al lobo con la abuelita.

Faltan pequeños detalles que terminan siendo claves: Caperucita tenía 3 años de edad y solía reconocer a su abuela por el olor del perfume, el mismo que estaba usando el lobo. La abuela tenía facciones parecidas a las del lobo y su piel era arrugada. La habitación estaba a media luz.

El trabajador 3 dijo:

A mí me dijeron que al lobo le habían dicho que Caperucita iba a envenenar a la abuelita, por eso escondió a la anciana en su estómago. Además, el cazador le había disparado al lobo por venganza, debido a que en días pasados se le había comido unas frutas durante un ataque de hambre.

Información sin verificar: el trabajador en un solo relato mezcló las historias de Blanca Nieves, Los Tres Cerditos y Caperucita Roja.

Estos tres ejemplos nos muestran solo unos pequeños casos de los muchos que se pueden presentar en nuestro día a día laboral, y que pueden llevar a los jefes a tomar decisiones erradas.

Recuerda que el cuidado es de todos y que una forma de proteger a tu empresa, es mejorando constantemente tu comunicación tanto con el personal que ocupa puestos superiores, como con los trabajadores que están a tu cargo.

Por ejemplo, cuando tengas dificultades emocionales, el solo hecho de informarles que no te sientes bien, seguro reducirá las probabilidades de malos entendidos y aumentará las estrategias de seguridad.