En esta temporada donde la población trabajadora suele recibir sumas de dinero extras como parte del reconocimiento laboral; te recomendamos tomar medidas que te lleven a proteger tu capital tanto de las acciones de los delincuentes como de las decisiones personales carentes de planeación.
Buenas prácticas desde la seguridad
Antes de utilizar tarjetas débito o crédito, ten presente:
Abstente en todo momento de prestar la tarjeta o de revelar la clave secreta.
Cambia periódicamente la clave.
No realices transacciones si observas cualquier situación sospechosa.
Antes de introducir la tarjeta en los cajeros, verifica que esté libre de elementos extraños.
En bancos y cajeros pídele únicamente ayuda al personal autorizado de la entidad.
Si vas a sacar altas sumas de dinero del banco, solicita el servicio gratuito de acompañamiento de la Policía Nacional.
Si el cajero te demora injustificadamente la entrega del dinero y se retira del puesto, infórmale a la gerencia de la entidad.
Sospecha de las llamadas telefónicas en las que te piden datos personales como excusa para entregarte premios.
Buenas prácticas desde la planeación
Acostúmbrate a realizar un listado del dinero que te entra y te gastas cada mes, para que siempre puedas tener una buena calidad de vida sin acudir a los créditos y préstamos.
Elabora un listado del dinero que recibes semanal, quincenal o mensual. Si en tu hogar tienen un fondo común, incluye los ingresos de aquellos miembros que participan.
Copia todos tus gastos: los fijos, como arriendo, transporte, alimentación, salud, educación; los variables, que pueden ser las salidas del fin de semana, las celebraciones, el vestuario; los indispensables, entre ellos la cuota del ahorro como previsión para un momento difícil o para cumplir un sueño; y los inteligentes, divide desde ya la cuota mensual que debes reservar para los gastos de la próxima temporada de Navidad y de inicio de la temporada escolar.
Ten presente que los ingresos te deben alcanzar para cubrir todos tus gastos. Si las cuentas no te dan, tienes dos opciones: aumentar tus ingresos (puede ser más difícil, pero no imposible) o disminuir los gastos.
Buenas prácticas desde el ahorro
Dicen los abuelos, “cuida la menuda que los billetes se protegen solos”. En la suma de pequeños detalles puede haber una gran oportunidad de hacer rendir el dinero.
Controla el gasto innecesario de los servicios públicos: en las llaves abiertas más del tiempo necesario, las luces o fogones prendidos sin necesidad y las fugas de agua a las que no se les presta atención están algunos de los mayores gastos innecesarios.
“Córtale las alas al dinero que se te esfuma”: los varios diarios suelen convertir los ingresos en plata de bolsillo. Una familia que en esos “gusticos” se gasta $30.000 mensuales, al año podría ahorrar $360.000 para vestuario.
Cambia pequeñas satisfacciones por grandes metas: invita a tu familia a cambiar la compra de regalos y la programación de celebraciones durante el año para llevar ese dinero a un fondo común que les permita alcanzar sueños de vida como ajustar la cuota inicial de la casa propia.
|