Dentro de las enfermedades pulmonares de origen laboral,
la silicosis es considerada como una de las afecciones crónicas de mayor impacto mundial. ARL SURA te acompaña con información práctica para que identifiques las situaciones de riesgo y las medidas de prevención necesarias para evitarla.
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Para entender qué es la silicosis, debemos partir del elemento que la ocasiona. La sílice o dióxido de silicio, es un mineral abundante en la naturaleza que es utilizado en trabajos como:
Si te desempeñas en alguno de estos oficios y tienes contacto indirecto o directo con el material, o estás en un sitio con probabilidades de exposición al dióxido de silicio (sílice), lo primero que debes hacer es confirmar la presencia de este mineral con tu jefe o el equipo de salud laboral y en caso de ser positiva, solicitar capacitación en prevención y la asignación de equipos de protección personal.
¿Por qué se debe buscar protección?
La sílice está compuesta por una serie de partículas de diferentes tamaños que el ser humano, al estar expuesto al mineral, las absorbe a través de la boca y la nariz. En su recorrido al interior del cuerpo, se depositan en los pulmones causando el siguiente fenómeno:
Las partículas de sílice se ubican en la pared de los alvéolos pulmonares, comenzando un proceso de inflamación lento, suave, sin síntomas o señales muy claras, pero continuo.
Imagina los alvéolos como el plástico lleno de bolsitas de aire en el que vienen envueltos los artículos tecnológicos. Esas bombitas, con el paso del tiempo, al sufrir repetidas inflamaciones, comienzan a engrosarse y a perder elasticidad.
El trabajador o persona afectada, después de muchos años, ve limitada su respiración debido a que los pulmones ya perdieron su óptima capacidad de expandirse y contraerse.
Los efectos en la salud del paciente son múltiples y van desde sufrir neumoconiosis (polvo en los pulmones), hasta aumentar las probabilidades de tener tuberculosis o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, EPOC, entre otras.
¿Existen algunos síntomas o señales de alarma?
Generalmente se trata de una enfermedad silenciosa, sin embargo, si te desempeñas en lugares de riesgo y presentas dificultades como tos seca o con flema, generalmente en la madrugada, es importante que le informes de esta situación a tu jefe o al equipo de salud laboral de la empresa, para que puedas recibir una evaluación médica específica.
Otros síntomas que se pueden presentar en etapas avanzadas de la enfermedad son: dificultad para respirar, especialmente después del ejercicio físico, fatiga, pérdida del apetito, dolor en el pecho y fiebre.
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