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Salud: un sector sensible a los riesgos laborales (Segunda parte)
Mientras que en otros sectores históricamente riesgosos como el sector minero o el de construcción, la tasa de accidentalidad ha bajado, en el sector salud, considerado equivocadamente por algunos como de “bajo riesgo”, la accidentalidad ha ido en aumento.
La razón es que: por un lado, el sector ha crecido considerablemente y por el otro, que se encuentran en él todos los riesgos existentes, desde contagio (biológico), riesgos osteomusculares (por mal manejo de cargas o rutinas posturales), alergias (especialmente al látex y a los jabones antibacterianos), químico (al manejar sustancias químicas y radioactivas), riesgo social y de violencia (sobre todo en los servicios de urgencias); psicosocial por estrés o agotamiento que pueden llevar al consumo de sustancias, y todos los demás imaginables.
En la entrega anterior de este boletín, se habló de los riesgos ambientales y dentro de estos de los riesgos biológicos o infecciosos, riesgos físicos y riesgos químicos. En la presente entrega le daremos una mirada a los riesgos mecánicos, riesgos eléctricos, riesgos de lesiones osteomusculares, riesgo público y riesgos psicosociales.
Riesgos mecánicos
Los riesgos mecánicos están representados por resbalones, tropezones, caídas, traumas, generados durante el desplazamiento de los trabajadores que se desplazan regularmente por vías públicas entre lugares de trabajo, visitas y transporte de pacientes (ambulancias) y/o de bienes y equipos. En los corredores de las instituciones de salud suelen acumularse carros de aseo, sillas de rueda, camillas, camas y grupos de personas que favorecen la generación de accidentes, motivo por el cual deben implementarse medidas básicas de seguridad en materia de orden y aseo, así como programas regulares de mantenimiento con el fin de eliminar estos riesgos. Así mismo, los empleadores deben garantizar que todos los vehículos reciban mantenimiento preventivo y correctivo con el fin de garantizar su buen funcionamiento y deben garantizar que los conductores tengan la respectiva licencia de conducción actualizada y cuenten con la información, entrenamiento y supervisión que los avala para conducir con seguridad.
Riesgos eléctricos
Los trabajadores del sector salud no son ajenos a los riesgos eléctricos que pueden presentarse en cualquier estación de trabajo. Estos riesgos son generados tanto por las instalaciones eléctricas como por los equipos, máquinas y herramientas utilizadas. La electricidad puede causar no solo daños en equipos, herramientas e instalaciones locativas, sino también lesiones e incluso la muerte en los trabajadores, pacientes y usuarios en general si su uso no es adecuado. Es por esto que los gerentes o administradores de las instituciones de salud deben garantizar que las instalaciones eléctricas tengan un diseño seguro y no representen riesgo para la salud y la seguridad de los trabajadores, pacientes y demás usuarios de la institución, y que los trabajadores usen adecuadamente los equipos y herramientas, con el fin de controlar el riesgo y evitar accidentes.
Riesgo de lesiones osteomusculares o musculoesqueléticas
Los problemas osteomusculares y el dolor lumbar son problemas frecuentes en los trabajadores del área de la salud, por un lado derivados del levantamiento manual de cargas en forma inapropiada o sin la ayuda mecánica requerida o apropiada, y por el otro, por mantener posturas inadecuadas o estáticas por largos periodos de tiempo y la realización de movimientos repetitivos.
Para prevenir estos trastornos musculoesqueléticos, El Instituto Nacional para la Salud y Seguridad Ocupacional de los Estados Unidos (NIOSH) recomienda un diseño adecuado de controles técnicos, buenas prácticas laborales, información sobre los riesgos y capacitación. Es importante tener presente que en el control de los factores de riesgo relacionados con lesiones osteomusculares y dolor lumbar, la capacitación y educación de los trabajadores sobre cómo hacer levantamientos por sí solas no controlan los riegos derivados de la manipulación de cargas, sino que se requiere un enfoque interdisciplinario y sistemático en el que los empleadores y los trabajadores trabajen conjuntamente en estrategias basadas en la prevención para reducir los riesgos y prevenir lesiones y accidentes, como por ejemplo: dotación de camas y camillas regulables, ayudas mecánicas, sillas de ruedas, construcción de rampas e instalación de ascensores, entre otros.
Riesgo público (violencia)
Los trabajadores de la salud tienen un riesgo más elevado de experimentar actos de violencia en sus lugares de trabajo, siendo la tasa de agresiones físicas mayor en este sector comparativamente con los otros sectores económicos. Esta violencia abarca desde el lenguaje ofensivo o amenazador, hasta agresiones físicas, llegando incluso al homicidio. Las agresiones generalmente suceden durante las horas de mucha actividad e interacción con los pacientes o sus familiares, cuando se niega un servicio, cuando se ingresa un paciente que no quiere ser hospitalizado o cuando se prohíbe la ingesta de determinados alimentos o bebidas, entre otros. El personal sanitario que tiene mayor probabilidad de ser violentado corresponde a los enfermeros, asesores que tienen contacto más directo con los pacientes, los encargados de la respuesta inmediata durante las emergencias, oficiales de seguridad y personal que brinda la asistencia médica. Por ello es fundamental que los empleadores y los trabajadores de la salud tengan conciencia de los factores de riesgo para la violencia en las instituciones de salud con el fin de establecer mecanismos de control tendientes a minimizarlos.
Riesgos psicosociales
Hablar del riesgo psicosocial en el área de la salud es complejo debido a su variedad. Por un lado, es necesario tener en cuenta los casos de violencia que el personal de salud enfrenta, sobre todo en las urgencias hospitalarias y que hoy en día son reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un factor grave de riesgo ocupacional para el sector. Por otro lado, los factores relacionados con salarios, los horarios y turnos de trabajo, exigencias de productividad, responsabilidad y condiciones de trabajo en general, afectan la estabilidad emocional del personal de la salud y pueden agravar condiciones de estrés, depresión, agotamiento e inclusive llevar al síndrome de Burn Out, llevar al consumo de sustancias psicoactivas como soporte, o generar problemas de salud de largo plazo tales como enfermedades cardiovasculares y psicosomáticas, entre otras.
En ARL SURA podemos ayudarle a identificar y realizar la matriz de riesgos de su empresa, y a desarrollar una estrategia para enfrentar cada uno de estos riesgos que día a día ponen en peligro la salud de sus empleados.
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